En Gibara comprendí

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En Gibara comprendí

El Festival Internacional de Cine Pobre nació como un acto de rebeldía. En abril de 2003, Humberto Solás lo concibió no solo como un evento cinematográfico, sino como un manifiesto: una declaración en favor de un cine independiente, capaz de trascender las limitaciones económicas y apostar por la fuerza de la narrativa y la autenticidad de las imágenes. Gibara fue el sitio elegido para albergarlo, por su belleza discreta, su aire de pueblo detenido en el tiempo y su espíritu resistente, así como por su gente, capaz de construir contra la adversidad.

Desde entonces, el festival ha atravesado etapas de transformación. Cambió de nombre y ajustó su rumbo, adaptándose a los desafíos de cada momento. Hubo años en los que pareció difuminarse, en los que su esencia quedó diluida entre otros conceptos y enfoques. Pero ahora vuelve a su raíz: recupera su nombre original y regresa a su fecha de abril. No es solo una cuestión de calendario o de tradición; es un regreso a la esencia que lo vio nacer, un recordatorio de lo que lo hizo distinto desde el principio.

Volver a ese nombre implica también una mirada más aguda sobre el cine de bajo presupuesto, hecho en los márgenes o desde los márgenes, que no compite por grandeza, sino por pertinencia. El festival reafirma así su manifiesto original: el cine pobre no es sinónimo de precariedad, sino de un lenguaje más austero, más libre y menos condicionado por el mercado o la industria.

Foto: Katherin Morán

Arrancando

El festival arrancó como suele hacerse en Gibara: con la calle llena. El desfile inaugural recorrió la Avenida Independencia, encabezado por artistas, gibañeros y el equipo del evento. Hubo banderas, bailes y gente mirando desde los portales. Más que un acto inaugural, es un gesto: poner el cine en el centro del pueblo y al pueblo en el centro del cine.

Luego, en la inauguración, se entregaron los Premios Lucía de Honor 2025 a figuras clave del cine y la cultura cubana. Casa Gitana, un proyecto cultural que ha servido como espacio de interacción para artistas nacionales e internacionales, fue galardonada junto a Luciano Castillo, director de la Cinemateca de Cuba y destacado investigador del cine cubano, por su contribución al estudio y preservación del cine en la isla. Finalmente, la actriz Verónica Lynn, con más de setenta años de trayectoria en teatro, cine, televisión y radio, recibió el tercer Premio Lucía de Honor en reconocimiento a su legado artístico.

Foto: Katherin Morán

El Programa

Durante la 19ª edición del festival, además de la exhibición de películas, se realizaron talleres de guion y dirección, donde cineastas emergentes pudieron intercambiar ideas con profesionales del sector. También se organizó un Concurso de Animación, con propuestas innovadoras que exploraron nuevas técnicas visuales.Uno de los espacios más destacados fue la Factoría del Cine Pobre, un programa diseñado para impulsar la producción audiovisual en las provincias orientales de Cuba. En este espacio, los cineastas participaron en sesiones de asesoría y pitching, con la posibilidad de recibir apoyo para la realización de sus proyectos.Además, el festival ofreció exposiciones de arte y conciertos que animaron las noches gibareñas. Este año, el programa incluyó una acertada selección de obras teatrales que resonaron profundamente entre los asistentes. «Por el monte Carulé», del Teatro de Las Estaciones; «Oficio de Isla», de la Nave Oficio de Isla; y «Smiley».»Por el monte Carulé», del Teatro de Las Estaciones, llevó a escena un universo de títeres y poesía visual. La obra, inspirada en la música de Bola de Nieve, es un homenaje a la identidad cubana desde la sensibilidad de los muñecos animados.»Oficio de Isla», de la Nave Oficio de Isla, exploró la memoria y la identidad desde una perspectiva más íntima. La obra se construyó sobre la idea de la insularidad y lo que significa habitar un espacio rodeado de agua y de historia. La pieza se convirtió en un espejo donde los gibareños pudieron verse reflejados en sus propias historias de resistencia y pertenencia.

 

Smiley, con su enfoque contemporáneo, ofreció una mirada fresca sobre las relaciones humanas. La obra, que aborda el amor y la comunicación en tiempos de redes sociales, complementó las otras propuestas con su tono ligero y humor inteligente.Para los gibareños, el acceso al teatro es un lujo poco frecuente. La llegada de estas obras significó más que entretenimiento; fue una oportunidad de encuentro con narrativas que, de otro modo, les serían inaccesibles. En un pueblo donde las opciones culturales suelen estar limitadas, el festival se convierte en una ventana abierta a nuevas experiencias.En cuanto a la música, aunque el concierto de clausura de Alain Pérez y algunos momentos de trova y jazz lograron cautivar al público, la selección general no alcanzó el nivel de otras ediciones. Sin embargo, más allá de las preferencias individuales, el festival sigue siendo un espacio donde la diversidad artística encuentra su lugar, y cada edición deja huellas distintas en quienes lo viven.Los foros teóricos del Festival Internacional de Cine Pobre se presentaron como espacios de debate donde se abordaron diversas aristas de la industria y la cultura audiovisual cubana, permitiendo que los participantes compartieran análisis puntuales y propuestas sobre los retos que enfrenta el cine en el país.

Foto: Anyi Romera

La Factoría como catapulta

La Factoría del Cine Pobre representa un espacio sistemático dentro del festival, diseñado para impulsar propuestas audiovisuales emergentes en las provincias orientales y Camagüey. En esta iniciativa, los cineastas participan en sesiones de pitching que permiten la presentación de sus proyectos ante un panel de especialistas. El proceso se centra en exponer la idea, delinear los aspectos técnicos y artísticos, y recibir retroalimentación directa que sirva para reorientar y fortalecer la propuesta.En esta segunda edición de la Factoría, se reafirma el compromiso de generar un puente entre la creatividad y los recursos disponibles. La sesión de pitching cumple la función de filtrar los proyectos con potencial y facilitar un acompañamiento que abarca desde la asesoría en la etapa de desarrollo del guion hasta la planificación de la producción. Se trata de una dinámica en la que la evaluación se realiza de forma objetiva, buscando que cada propuesta se adecúe a las exigencias del panorama audiovisual actual.

 

La entrega de premios en el marco de la Factoría del Cine Pobre 2025 constituye el cierre de este proceso. Entre los reconocimientos se incluyen apoyos financieros, asistencia en equipamiento y asesorías específicas para la posproducción. Se destacó el Premio al proyecto «Matagigantes», presentado por Osmanys Sánchez Arañó y Martha Iris Sánchez Bárcena. Paralelamente, se otorgó el Premio al proyecto «Eres hijo de alguien», de Franks D. Linares García. Varios proyectos recibieron menciones que evidencian la diversidad de enfoques y géneros.

Foto: Jorge Fernández

Y el cine y sus premios

El Festival de Cine Pobre de Gibara 2025 presentó una curaduría que alcanzó la cifra de 500 obras, con la participación de creadores de más de 30 países. Dentro de esta selección, se observa una notable presencia de propuestas de cine cubano, reflejada en las convocatorias oficiales para largometrajes, cortometrajes, animación y cine experimental.

En cuanto a las categorías, se destacó una mayor cantidad de cortometrajes, tanto de ficción como documentales, seguidos por propuestas en animación y cine experimental. Las secciones dedicadas a largometrajes, tanto de ficción como documentales, contienen menos entradas, lo que puede interpretarse en función de las condiciones de producción y la logística inherente a proyectos de mayor duración. Esta distribución evidencia que, en términos de volumen, prevalece la producción de formatos breves, lo que favorece la accesibilidad y la posibilidad de experimentar con narrativas condensadas.

A pesar de la diversidad de géneros y orígenes, todas las obras comparten un mismo punto de partida: la apuesta por el «cine pobre». Esto se traduce en la búsqueda de expresar ideas y contar historias a partir de recursos reducidos, en un contexto en el que las limitaciones presupuestarias obligan a encontrar soluciones creativas. En ese sentido, tanto las producciones internacionales como las cubanas se unen en la voluntad de innovar y comunicar de manera directa, sin recurrir a grandes inversiones técnicas ni estéticas.

En los Premios Colaterales 2025 se distribuyeron varios reconocimientos a través de distintos jurados. El jurado de la Federación Internacional de Cine Clubes otorgó el Premio Don Quijote a «Cuando las hojas del nogal se vuelven amarillas», de Mehmet Ali Konar (Turquía, 2024). El jurado de la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica premió al mejor largometraje de ficción con la misma obra y otorgó una mención especial a «En la alcoba del sultán», de Javier Rebollo (España-Francia, 2024). El Jurado Joven reconoció a «Parto», de Vivian Bruckman-Blondet (Puerto Rico, 2025), como mejor largometraje de ficción; a «Ovejas y lobos», de Alex Fischman Cárdenas (Colombia-Argentina, 2024), como mejor cortometraje de ficción; a «El llanto de los héroes. La Ilíada y las troyanas en la cárcel de Bollate», de Bruno Bigoni y Francesca Lolli (Italia, 2024), como mejor largometraje documental; a «El reinado», de José Luis Jiménez Gómez (Cuba, 2024), como mejor cortometraje documental; y a «Two Ships», de McKinley Benson (Portugal-Estados Unidos, 2025), como mejor cortometraje de animación o experimental. Además, se otorgó una mención especial a «La B también se ve», de Antonieta Suárez Rimarachin (Perú, 2023). Finalmente, el jurado de la Federación Nacional de Cine Clubes asignó el Premio Único a «Luz y amor», de Cristhian Menéndez y Davide Faraci (Cuba, 2024).

En los Premios Oficiales 2025 se reconocieron distintas obras en cuatro categorías. En el Jurado de Ficción, se otorgó el Premio Lucía a la mejor obra de ficción a «Fenómenos naturales», de Marcos Díaz Sosa (Cuba-Argentina-Francia, 2024), acompañado de menciones especiales a «Cuando las hojas del nogal se vuelven amarillas», de Mehmet Ali Konar (Turquía, 2024); «Parto», de Vivian Bruckman-Blondet (Puerto Rico, 2025); y «Kokuhaku», de Adrià Guxens (España, 2024).

En la sección de Documentales, se distinguió a «Lago escondido, soberanía en juego», de Camilo Gómez Montero (Argentina, 2024), con el Premio Lucía, junto a menciones especiales a «Oasis», de Tamara Uribe y Felipe Morgado (Chile, 2024); «Mañana será mejor», de Eli Maene (República Democrática del Congo, 2024); y «El bosque intermitente», de Lázaro Lemus (Cuba-España, 2023).

Por otro lado, el Jurado de Animación y Cine Experimental consagró el Premio Lucía a la mejor obra de animación o experimental a «Yo voy conmigo», de Chelo Loureiro (España, 2023), complementado con menciones especiales a «Cedro libanés», de Nuria Suaya y Facundo Rodríguez Alonso (Argentina, 2025); y «40° a la sombra», de Eduardo Koko Elli (Argentina, 2023).

Finalmente, en la categoría de Cine en Construcción se asignaron dos premios Humberto Solás: uno a «Nunca más abril», de Ricardo Cárdenas Pérez (México, largometraje documental en desarrollo), y otro a «La gente de la ruta», de Lucas Koziarski (Argentina, largometraje de ficción en desarrollo). Además, se otorgó una mención especial a «Pizza flash», de Luca Guanci (Italia, cortometraje de ficción en desarrollo).

Volver…

Dice un amigo que los holguineros hablamos con una añoranza dulce y amarga a la vez por volver a caminar las calles de Holguín. Y sí. Esa nostalgia se extiende 33 kilómetros más allá, hasta Gibara. En esos días de julio, agosto y abril volvemos una y otra vez a la Villa Blanca para ver qué hallamos, para caminar sobre nuestros pasos y ver si encontramos los abrazos perdidos, las noches de otros años, los cócteles de camarón a menos de 25 pesos. Por eso, este festival debe permanecer en esta ciudad: para alimentar nuestra nostalgia y creernos la épica. Para cada año regresar, aunque ya hayamos comprendido que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver¹.

¹Peces de ciudad, Joaquín Sabina

Anyi Romera

 

TURAS REIMAGINADO

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OtroLado en "Turas/reimaginado"

Todos los viernes de este abril, un espacio en la Fábrica de Arte Cubano (FAC) se transforma en un mundo de leyendas y emociones a través del movimiento y la expresión dancística con «Turas/reimaginado», la nueva versión de la compañía de danza contemporánea OtroLado DC. Es una pieza que se sumerge en el universo cultural de mitos ancestrales que cobran vida a través de movimientos innovadores y una narrativa cautivadora, apropiándose de elementos históricos y formas de baile festivas para crear una obra radicalmente cubana. Un viaje (en gaélico escocés) que esta puesta cumple con creces.

Estrenada en 2019 en el marco de la celebración de la cultura británica en Cuba, bajo la dirección de Norge Cedeño, en este 2025 deviene un nuevo territorio para OtroLado, una incursión audaz en un estilo narrativo que desafía las convenciones. «Turas», precisamente reimaginado, reaparece completamente nueva, con la valentía de un creador que, en el acto de revisitar su obra, encuentra un escenario, su espacial zona de confort donde mejor se habita; ahí muta, se renueva en un ser que no se conforma con aquello trascendido y es, en la búsqueda de más, que se calman sus demonios.

Versión desafiante, donde verás pasajes interpretativos de movimientos de una fuerza brutal, casi vikinga, y al segundo siguiente, otros con una delicadeza exquisita. En ese contraste, en esa dualidad, reside la magia. Desde el pretexto de la otrora Tura, más osada, más madura y más rica en su composición, expone un grito de rebeldía contra la uniformidad; celebra la diversidad y es una reivindicación de la identidad.

Quienes se acerquen a FAC esta vez tendrán la oportunidad de conocer la filosofía y los pilares de OtroLado DC, su particular forma de apropiarse de elementos de la propia vida del individuo para crear un lenguaje de movimiento único: sinuoso, conectado, infinito y profundamente expresivo de lo identitario. No solo vivirás una manifestación de baile en expresión de danza contemporánea; experimentarás lo extrasensorial en luces, vestuarios y expresión corporal. Un tiempo a destiempo que te permite sensaciones diversas; energía que engulle. En «Turas/reimaginado» está la invitación a mirarnos desde nuestra condición de pertenecer, también desde esa lucha interna en sabernos seres singulares con una necesidad de expresión de nuestra individualidad. Esta pieza juega con esa dicotomía que cargamos e invita, sobre todo, a “habitarnos”. Hay una sacudida, una sorpresa, pero es que Norge es gratamente impredecible.

Con un elenco totalmente renovado de bailarines llenos de pasión y talento; jóvenes, sí, pero poseídos de una fuerza interpretativa que estremece. Sus cuerpos entrenados se mueven con una precisión milimétrica, también con una libertad salvaje; son intérpretes-creadores y esto es un valor extraordinario de la compañía. Si algo distingue el repertorio es su asertividad en potenciar la singularidad, un mérito formativo que impulsa la expresión personal.

Thais Suárez, fundadora de la compañía junto a Norge, es una fuerza desbordante, de otro planeta, con una capacidad de trasmutar en el escenario de lo frágil a lo bestial; es una maestra total. Comparte con Gabriela Pérez, Yonger Castellanos, Dalila Morales, Daunis Noblet, Lorena García y Leonard del Río un elenco con un compromiso absoluto en un proyecto profesional que les brinda el espacio para brillar, para exponer todo su potencial y para revelarnos lo hermoso que reside en cada uno.

OtroLado DC siempre ha elegido un camino propio, un camino de libertad, de ruptura con el canon, hace la diferencia desde un acto de resistencia; no se repite, se exige y apuesta por la creación, en estos tiempos desafiantes y azarosos que corren, desde la más pura autenticidad. «Turas/reimaginado» es sin duda una forma de rebelión contra un mundo que suele encasillar, limitar; invalidar, también es una apuesta por la vida, la herencia de los pueblos y porqué no, la restauración en la alegría y el milagro de habitarnos.

 

Gretel Lobelle

Fotografía: Frank D. Domínguez

Madama Butterfly y sus protagonistas

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Ecos de una Ópera: La reposición de Madame Butterfly y sus protagonistas

La ópera, como forma de arte, ha sido históricamente un reflejo de la cultura y la sociedad en la que se desarrolla. En Cuba, este género ha experimentado altibajos a lo largo de los años, especialmente en un contexto donde los recursos son limitados y las oportunidades pueden ser escasas. Sin embargo, la pasión por la música y el teatro sigue viva entre los artistas y el público. En este contexto, la reposición de «Madama Butterfly» se convirtió en un viaje no solo artístico, sino también de resiliencia y superación.

Cuba es un país rico en tradiciones musicales y escénicas, donde la música es una parte integral de la vida cotidiana. Sin embargo, la ópera enfrenta desafíos únicos. Las instituciones culturales suelen estar limitadas por presupuestos ajustados, lo que dificulta la producción de grandes obras. A pesar de esto, existe una comunidad de colaboradores. Sobre esto, el director del Teatro Lírico Nacional de Cuba, Yhovani Duarte, comentó: «Esta producción es posible gracias al apoyo de la embajada de Italia en La Habana. Es una nueva producción que se queda para reponer en otras temporadas. Para el estreno tuvimos el apoyo de la embajada de Japón, tanto en asesoramiento como en el préstamo de vestuarios y accesorios».

Hay una considerable cantidad de artistas decididos a mantener viva la tradición operística lo cual significa una oportunidad única para revitalizar este género en el país. La mayor parte del elenco de solistas e integrantes del coro está formada por jóvenes. Un ejemplo es la soprano invitada Isabel Torres, perteneciente al Teatro Lírico Rodrigo Prats de Holguín, quien interpretó el rol principal de Cio-Cio-San. Nos contó sobre sus mayores desafíos: «La resistencia física y vocal es crucial, ya que es un personaje que canta muchísimo. Además, debo adaptarme a las costumbres propias de una geisha, así como a sus movimientos y su manera de caminar y gesticular, que son tan diferentes a nosotros los latinos, que somos más explosivos y articulados. El cantante lírico pasa por muchos procesos de trabajo después del aprendizaje de la partitura; debe trabajar cada detalle de la musicalidad escrita, la parte técnica vocal y también poner en voz los momentos escénicos con la dramaturgia».

Meritoria fue la participación del joven Yubal Peña Torres, quien debutó en el mundo de la ópera con el personaje de Goro Casamentero. Su desdoblamiento fue una muestra de que el futuro está garantizado. «Experimentar por primera vez lo que es encarnar un personaje —cómo piensa, cómo camina, cómo se desenvuelve en el escenario— fue un gran reto porque el personaje no tenía nada que ver con mi forma de ser; todo lo contrario».

Fueron varios los jóvenes que tuvieron su debut el pasado octubre con esta puesta en escena, mostrando esta vez un mayor acercamiento y madurez en sus personajes. Destacan Ariagna Reyes como Suzuki, Abdel Rooig como Sharpless, Adis Herrera y Dunia Pedraza como Kate Pinkerton, Félix Concepción como Yamadori y Danny Sánchez como Comisario Imperial. Los dos jóvenes solistas mencionados anteriormente y Eugenio Hernández Tenor, quien interpretó a Pinkerton —una joven promesa de la ópera— entendieron las complejidades del personaje. Pinkerton es un hombre complejo que representa tanto el amor como el egoísmo; mostrar esa dualidad sin caer en estereotipos es un desafío considerable.

La sólida experiencia de otros cantantes solistas sobre las tablas contribuye a que la obra alcance un mejor acabado. Tal es el caso de Milagro de los Ángeles y Katia Selva en el personaje principal, Cio-Cio-San; Irelio Pérez como Pinkerton; la magistral actuación del tenor Carlos Humberto Lara en el papel de Goro; el Tío Bonzo, interpretado por Marcos Limay; Jorge Temprano; y las Suzukis, Pilar Pousada y Dayamí Pérez, quienes, en sus roles, me parecieron uno de los mejores aciertos de la puesta en escena. Con su perspectiva actoral, Dayamí enfatiza la importancia de ser auténticos en el escenario: «El arte es autenticidad», declara con firmeza. Para ella, interpretar a Suzuki representa un desafío que va más allá de lo vocal; requiere un profundo entendimiento cultural y un riguroso entrenamiento físico. «Conocer y practicar costumbres como la ceremonia del té me ayuda a conectar con el personaje», dice Dayamí. «Es un proceso que me permite adoptar una forma de ser más introspectiva, contrastando con la extroversión típica de la cultura occidental.»

Dificil tarea de acompañar, pero contar con una orquesta que tiene el oficio necesario para seguir a los cantantes hace que el espectáculo sea de una belleza sonora a la par de visual. Yhovani Duarte, director titular de la orquesta, señala que fue complicado reunir a los músicos necesarios para la producción de esta ópera: «La sección de cuerdas ha disminuido drásticamente», explica. «Esto nos obliga a esperar nuevas graduaciones en las escuelas de arte para cubrir las plazas vacantes.» Este fenómeno no es exclusivo de su orquesta; todos los organismos musicales enfrentan un déficit similar. Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, la orquesta del Gran Teatro de La Habana continúa siendo un pilar fundamental en la interpretación tanto del ballet como de la ópera. Contar con músicos dúctiles que reaccionan al gesto del director es una ventaja invaluable.

Es válido mencionar a la directora de escena Maite Milián, destacada soprano que, gracias a su experiencia sobre las tablas, ayudó a que todos los solistas se vieran naturales en sus personajes; esto se debe en gran medida a su labor. Maite, como se dice en el argot popular, «no dio puntada sin hilo». El diseño escénico fue un aspecto imprescindible para que la obra tuviera un mejor impacto. La encargada de esta ardua tarea fue Massiel Teresa Borges, quien apostó por un enfoque minimalista que sugiere el paisaje japonés sin necesidad de una inversión exorbitante en elaborados decorados. Quisiera resaltar la utilización de las luces en el escenario, que juegan con efectos visuales en cada situación, muy bien establecidas y definidas, lo que le da al público no especializado una comprensión mucho más abarcadora de las escenas.

No menos importante es felicitar la ardua labor que realiza la directora coral Denisse Falcón Lay, quien, sabe llevar a esa masa coral a buenos resultados. Tanto es así que, a mi parecer, uno de los momentos más excelsos de la ópera lo tiene la famosa «bocca chiusa», que presenta una complejidad tanto técnica como musical. Desgraciadamente, no contamos con la tecnología tan necesaria, como pantallas de monitorización, para que la directora tras bambalinas pueda dirigir con absoluta confianza a su coro y ver los tiempos establecidos por el director; se requiere mucho ingenio para lograr buenos resultados.

El movimiento operístico en Cuba está en un momento crucial: dos óperas y una zarzuela en los primeros tres meses, y en mayo se estrenará otra gran producción. Aunque las limitaciones son evidentes, hay una chispa de renovación y esperanza alimentada por el compromiso de artistas y espectadores por igual. Con esfuerzo colectivo y apoyo mutuo, podemos seguir adelante en este camino, educando a nuevas generaciones y creando espacios donde la ópera sea accesible y relevante para todos.

Artículo: Jorge Luis Guzmán Tamayo

Fotografía: Xavier García

Feria de las Artes Teatrales en la Nave

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La Feria de las Artes Teatrales en la Nave cierra sus puertas por estas jornadas.

La Comunidad Creativa Nave Oficio de Isla emprendió un viaje el pasado 27 de marzo para unirse a las celebraciones por el Día Mundial del Teatro, como cada año desde 2022. En este 2025, los espacios de la Nave se habitaron con diversas manifestaciones artísticas (música, teatro, danza, artes visuales, cine), sus hacedores y los amplios públicos. Una vez más, se integraron las artes y hubo un diálogo entre culturas. Se cruzaron distintas fronteras y se crearon nuevas alianzas para la producción y creación de proyectos.

Génesis del proyecto

Teatrales en la Nave surge de manera orgánica dentro de la dinámica de trabajo de Nave Oficio de Isla, comunidad dirigida por el maestro, actor y director Osvaldo Doimeadiós. Desde sus inicios, el proyecto aboga por la integración artística, generando una relación especial entre las artes y los públicos, los proyectos formativos, la creación e investigación, así como las posibilidades de explorar los espacios dentro y fuera de los Antiguos Almacenes de Depósito San José, ubicados en la avenida del Puerto de La Habana. En la Feria de los Artesanos (como también se le conoce) coexisten pequeñas comunidades que conforman un ambiente cultural y social muy singular. Al mismo tiempo, en las zonas externas al edificio habitan otras dinámicas, con otras calles, otros barrios y otros transeúntes. Estos dos escenarios de gran valor identitario fueron el foco de atención para los creadores del Proyecto Teatrales en la Nave, siempre respetando el diálogo con el Corredor Cultural del Puerto de La Habana.

Así comenzó el viaje donde el teatro se convirtió en el centro de las líneas temáticas y artísticas de la Feria. El ejercicio del programa académico ha sido fundamental para el diálogo teórico-práctico de Teatrales. Eberto García Abreu, asesor y subdirector de Nave, ha sabido unir con precisión los saberes teóricos-prácticos en función de la integración y el encuentro artístico-cultural.

Nave Oficio de Isla, durante estas cuatro ediciones, se ha convertido en un espacio de libertades y abrazos entre los creadores del teatro en Cuba. La gran Feria de las Artes, siempre con un tema principal que llama a la reflexión, acontece no solo en la creación práctico-artística sino desde los espacios teóricos.

En esta cuarta edición, en temporada de primavera, la Feria de las Artes volvió a resonar cerca del mar.

La dialéctica del aprendiz

Francisco López Sacha (1950-2025), escritor, profesor e investigador cubano, fue la figura escogida para abrir, hace cuatro años, el primer taller de formación y aprendizaje en Teatrales en la Nave. Hoy, el proyecto quiso rendir tributo a su labor como fuente inagotable de sabiduría. Teatrales en la Nave lanzó un tema principal: “La dialéctica del aprendiz”, que sirvió como homenaje al legado de López Sacha.

El amplio programa de la Feria contó nuevamente con la presencia de importantes creadores del ámbito cultural y académico de nuestro país. Regresó el esperado taller de la maestra Yaité Lías, dedicado al adulto mayor. También volvieron las narrativas transmedia con el director, profesor y guionista Luis Abel Oliveros. La directora y profesora Magda González Grau introdujo algunas técnicas de actuación “Frente a la cámara”. Y el penúltimo día, una clase abierta relacionó los anteriores talleres con el guion, la literatura y el cine; el escritor Daniel Burguet se encargó de guiar dicha experiencia.

La Feria de las Artes mostró “estantes” novedosos para la enseñanza artística, con un día dedicado a la Escuela Nacional de Teatro y algunos ejercicios académicos. Teatrales en la Nave fue el espacio para el conversatorio «La creación escénica integrada», con la escritora y narradora oral venezolana Flora Ovalles Villegas, en colaboración con el proyecto Narrarte y el Foro de Narración Oral «Mayra Navarro».

Las puestas en escena no faltaron: Oficio de Isla, dirigida por Osvaldo Doimeadiós; Blanco, por Pepe García; y una nueva propuesta de la Nave: Ruakh, bajo la dirección del joven creador Robert D. Luciano. La cita incluyó conciertos del Dúo Elitricia y Vocal Ensemble Concordia, y culminó con una visita especial de Santa Clara: El Mejunje Teatral.

Teatrales en la Nave, este año, rompió con los límites a veces marcados entre maestro y alumno. La retroalimentación de los saberes fue tan transparente como los espacios de Nave Oficio de Isla.

¡Y la Nave va! La comunidad reafirma la importancia de las alianzas y las convergencias de las artes y sus públicos. A cinco años de su creación, aún continúa coherente con sus principios y con la organicidad de su formación. Sin dudas, un buen transporte hacia el buen arte y el conocimiento.

Artículo: Johann R. López

Fotografía: Gabriela Hernández Montes de Oca

Nuestra Habana poética

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Nuestra Habana poética

La magia del mar nos reunió el pasado 21 de marzo, día internacional de la poesía, en Nodo Habana, para disfrutar del primer Evaloquio, encuentro de poesía de voces femeninas, como parte de la programación cultural del proyecto de desarrollo local Sin Filtro.

Patricia Rodda como anfitriona del evento dio a conocer el espacio de Nodo Habana, el cual abre sus puertas para el intercambio cultural. El primer encuentro de Evaloquio contó con las invitadas: Yanelys Encinosa, poeta, ensayista y promotora cultural; Giselle Lucía Navarro, poeta y artista visual; Damarys Benavides, poeta, productora y cantante; y el encuentro estuvo moderado por la escritora y periodista María Karla Larrondo González.

La brisa del malecón nos fue guiando, y con la temática de Habana poética se fue entremezclando la tarde. La poesía es sonrisa, transforma, abre un mar de posibilidades hacia la esperanza. El intercambio nos permitió conocer cuál es la Habana poética de las invitadas, pasando desde calles tan icónicas como nuestro Prado hasta los vestigios de edificios caídos. Nuestra Habana poética nos recita versos, nos habla entre el malecón y los escombros, entre la risa de un niño o la mirada de un abuelo.

Entre las poesías que pudimos apreciar, Patricia Rodda nos regaló “Pichón de guajira”:

De esta isla me apropio el Malecón,
sus fortalezas gastadas,
los adoquines.
Tan enquistados están en mi carne
que puedo sentir las piedras,
oprimen los órganos vitales.
Mi alma se cree habanera,
pero yo respiro al monte
y lo trepo descalza.

Nací en una poceta
que luego bautizaron Santa.
Me parió la ceiba entre dos montañas.
He pescado biajacas con las garras.
El manantial brota de mis entrañas.
Tejí una hamaca al bohío
y en las noches se acerca el cocuyo
hecho estrella.
Reposan las yaguas traviesas
junto al pozo sin nombre.

Tantos grillos en la cabeza me arrullan.
He migrado a esta ciudad no recuerdo cuándo,
abducida por las luces amarillas,
persiguiendo los cantos de murallas.
Tengo un nidito con barbacoa
por el Capitolio
y un alma
dividida.
Siempre seré la hija adoptada.
¡Un pichón de guajira!,
como mi padre decía.

Inspirar y crear en La Habana también fue uno de los temas abordados en la tarde, disfrutando del hacer de las invitadas y la relación de cada una de ellas con La Habana. Entre otro de los poemas que pudimos disfrutar estuvo “Manos de poeta” de Giselle Lucía:

Todos los días un anónimo me incendia las manos.
Cartas manchadas de poco calor.
Para un poeta son peligrosas las palabras falsas,
las amistades falsas,
las guerras falsas,
las vidas falsas.
Un poeta necesita inscribirse un dolor
si no tiene uno propio,
pero el dolor del poeta debe ser siempre real.
Las palabras del poeta
deben estar manchadas de valor.
Las palabras del poeta
no pueden ser incendios anónimos.


Todos los días un signo incendia mi mano.
Dicen que van a crucificarme.
Dicen que voy a ser la cabeza superior
de todas las cabezas.
Contemplo mis manos:
no tienen sangre
ni tierra
ni cicatrices
ninguna de esas cosas que marcan valor.


Todos los días una palabra me pesa.
Un incendio se me acomoda en el estómago.
Siguen sin construirme la cruz o la corona.
El país es un estómago
que pesa sobre nuestras cabezas,
y seguimos sin saber
si los hombres que acaban de llegar
serán nuestros héroes
o nuestros futuros asesinos.



La poesía es más que la palabra escrita y con esa premisa se le regaló a cada una de las invitadas una pieza de la artista Lucía Zalbidea, anillos con diversas tonalidades de azul como parte de la esencia de estos encuentros.

Quisiéramos tener a la poesía siempre en casa y esa brisa se quedó en el aire el pasado viernes, marcando el primer paso para los encuentros entre la literatura y sus amantes.

Women by Eyeife en La Habana

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Women by Eyeife en La Habana

El Festival Internacional de Música Electrónica Eyeife, desde su creación en 2017, se ha consolidado como un espacio que promueve la fusión de la música electrónica con las raíces afrocubanas, destacando la riqueza cultural de Cuba.

En 2025, el festival presentó una edición especial denominada WOMEN by EYEIFE, celebrada los días 7 y 8 de marzo en la Fábrica de Arte Cubano (FAC), coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.

Esta tercera edición de WOMEN by EYEIFE se enfocó en resaltar el talento femenino en la escena cultural habanera, ofreciendo un programa diverso que incluyó sesiones teóricas y un vibrante cartel artístico, producido íntegramente por mujeres. Los talleres contaron con la participación de destacadas tresistas, empresarias, fotógrafas y creadoras como Mayvic Delgado, Julieta Pilares, Cintia López, Camila Pardo, Eme Alfonso y Rochy Ameneiro. Además, se sumaron importantes investigadoras en temas de género, emprendimiento e industrias culturales de Cuba.

La programación musical fue una muestra de la diversidad de la escena cubana, integrando artistas de diferentes géneros. Destacaron las exponentes de la música electrónica Madame Butterfly y Afropium, quienes presentaron espectáculos únicos que fusionaron la fuerza y la pasión de las tradiciones afrohaitianas con ritmos electrónicos contemporáneos.

 

El festival también contó con el apoyo de instituciones como el Instituto Cubano de la Música, la Dirección Provincial de Cultura de La Habana, el Programa Transcultura de la UNESCO y la Unión Europea, las embajadas de España y Noruega, el British Council y el Laboratorio de Música Electroacústica. Además, se sumó MADWOMAN, un aliado importante desde la comunicación y el emprendimiento.

Desde su creación en 2022, WOMEN by EYEIFE se ha consolidado como un espacio para potenciar la voz y el talento de las mujeres, generando colaboraciones y oportunidades de crecimiento artístico. Este año, el festival reafirmó su compromiso de visibilizar y respaldar el papel de las mujeres en la música, la cultura y la sociedad, apoyando el talento local y fomentando el intercambio cultural entre artistas nacionales e internacionales.

En ediciones anteriores, Eyeife ha sido escenario de la colaboración entre DJs y productores con exponentes del jazz, el rap, el rock y la danza, entre otras manifestaciones que ejercen una importante influencia en la cultura cubana y en su proyección internacional. Artistas de la talla de Roberto Fonseca, Rolando Luna, la compañía Acosta Danza, Yasek Manzano y Brenda Navarrete han participado en el festival, enriqueciendo la propuesta artística y consolidando a Eyeife como un referente en la escena musical cubana.

La edición de 2025 de WOMEN by EYEIFE no solo celebró la creatividad femenina, sino que también promovió la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres en la industria musical y cultural de Cuba. Este festival continúa siendo un faro que ilumina el talento y la diversidad de las mujeres en el arte, fortaleciendo su presencia y reconocimiento en la sociedad.

La música en Jazz Emprende

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El emprendimiento desde la música en Jazz Emprende

Esta vez la invitación nos llega para asistir a la segunda edición de Jazz emprende, una plataforma de emprendimiento y jazz que llega en esta ocasión con nuevos invitados y nuevos intereses.

La primera edición celebrada en los días 28 y 29 de febrero del 2024, dejó una puerta de entrada para la creación musical, esta serie de conferencias sirvió para enfocar el escenario musical y empresarial actual, específicamente en el área del Jazz.

Este año su segunda edición viene a manos de Marta Deus, CEO de Negolution y Mandao, Sandra Lopes, Co-fundadora y productora general FAC y Ruly Herrera, músico y Director de Real Project; responsables de la organización y gestión del evento.

Esta vez los días 27 y 28 de febrero abren las puertas a la nueva edición de Jazz emprende y entre los invitados estuvieron: Ileana Díaz Fernández (Cuba); Angelo Valori (Italia); Brice Rosenbloom (USA); Valerie Malot (Francia); Christophe Cassan; espacio para la presentación de Factor E, programa de apoyo y crecimiento de emprendedores; y para el cierre de las conferencias, “Ellas hablan”, espacio diseñado para resaltar el papel de las mujeres en la industria del jazz y la música en general, esta vez con Daiana García Siverio como invitada y moderada por Marta Deus.

La música en vivo, como potencial indispensable de este evento, estuvo a cargo en la primera noche de: Yilian Cañizares (Cuba/Suiza); Mayquel Gonzalez (Cuba); Miles Mosley Band (USA; y la segunda noche permitió escuchar a: Angel Toirac (Cuba); Yasser Herrera “El Gozo” (Cuba); Ruly Herrera & Real Project (Cuba)e Invitados especiales: Carlos Alfonso & Ele Valdes, X Alfonso, Yaroldi Abreu y Eme Alfonso.

Jazz emprende se alza como un espacio donde se reúnen público interesado en emprender desde otra perspectiva, abre de igual forma una vía hacia el networking y el acercamiento a personalidades de la música y el emprendimiento.

Para todos es conocidos que dentro del escenario cubano, cada día aumenta el número de negocios y emprendimientos, lo que permite a espacios como estos coordinar y llevar la vanguardia en el orden de ofrecer herramientas claves, enfocar la mentalidad del emprendedor, potenciar estrategias y encuentros de intercambios. De igual forma Jazz emprende siembra esperanza dentro de la industria musical.

Día internacional de la mujer en Cuba

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El papel de la mujer en Cuba: celebrando su impacto en la sociedad

Cada 8 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que en Cuba se celebra con orgullo y reconocimiento al papel fundamental de las mujeres en la sociedad. Desde la cultura y la ciencia hasta el arte y el emprendimiento, las cubanas han demostrado su talento, resistencia y compromiso con el desarrollo del país.

Este 2025, la celebración del Día de la Mujer en Cuba incluye importantes eventos que resaltan el talento femenino. En La Habana, el festival de música electrónica «Women by Eyeife» reunirá a destacadas artistas los días 7 y 8 de marzo en la Fábrica de Arte Cubano. Este evento, en su tercera edición, contará con la participación de Mayvic Delgado, Cintia López, Camila Pardo, Eme Alfonso y Rochy Ameneiro, entre otras, y busca dar visibilidad a la creatividad de las mujeres en la industria musical.

Por otro lado, la Orquesta del Lyceum de La Habana ofrecerá un concierto especial en la Catedral de La Habana el 8 de marzo, con la reconocida violinista Borislava Iltcheva como solista invitada. Será una velada mágica que resaltará el impacto de las mujeres en el mundo de la música clásica.

Este año, la revista Forbes incluyó a tres cubanas en su lista de las 75 mujeres latinas más influyentes de 2024:

  • Rachel Valdés Camejo, pintora habanera de renombre internacional.

  • Ella Fontanals-Cisneros, coleccionista de arte y promotora cultural.

  • Glenda León, artista conceptual cuyas obras han sido expuestas en prestigiosas galerías del mundo.

Estas mujeres han demostrado que el arte y la creatividad cubana siguen trascendiendo fronteras y dejando una huella imborrable en la historia contemporánea.

Las mujeres cubanas también han brillado en el campo de la ciencia. Recientemente, la doctora María Guadalupe Guzmán Tirado, directora del Centro de Investigación del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), fue galardonada con el prestigioso Premio Internacional L’Oréal-UNESCO por sus investigaciones pioneras en el tratamiento del dengue.

Por su parte, la doctora Gladys Gutiérrez Bugallo recibió el Premio Jóvenes Talentos para las Mujeres en la Ciencia, un reconocimiento a su dedicación y contribución al avance científico en Cuba y el mundo.

Las mujeres en Cuba han sido pilares fundamentales en la historia, la cultura, la educación y la ciencia. Su talento, dedicación y esfuerzo continúan transformando el país y dejando un legado de inspiración para las generaciones futuras.

En este Día Internacional de la Mujer, celebramos a todas aquellas cubanas que, con su trabajo y pasión, siguen construyendo una sociedad más equitativa y próspera. 

¡Feliz día a todas las mujeres de Cuba y del mundo! 🎉

Crónica sin espejuelos.

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Crónica sin espejuelos.

Lo pequeño no se observa y la realidad se vuelve borrosa. Hace unos días que comenzó esta odisea, se me rompieron los espejuelos para ver de lejos y desde entonces: necesito ayuda para algunas cosas, ando un poco más despacio para observar ciertos detalles y busco armaduras y cristales.

Dependiendo de tu realidad das algunas cosas por sentadas o no, y en mi caso, que llevo usando espejuelos más años de los que no, nunca me había percatado del tamaño de las señaléticas en cada lugar, establecimiento, etc. y de lo importante que son los servicios y por supuesto el buen trato de las personas.

¿Por qué digo todo esto? Porque es curioso cómo surgen las preguntas según el orden de prioridades personales o de tu entorno. Recuerdo cuando estudiaba en la universidad que habían profesores que recalcaban la importancia de ofrecer servicios de calidad, de la lectura fácil y de acondicionar los establecimientos para todo tipo de personas. La realidad es que nada de eso sucede, y como es sabido, la teoría no se parece a la práctica.

Mis prismas han cambiado, literalmente. Por otra parte buscar armaduras “perfectas” es otro paso interesante dentro de observar mi realidad. Existen ópticas públicas donde algunas de las funciones de estas serían, vender armaduras y por ende cristales; pero desde hace unos años eso no funciona así. Las ópticas repartidas por todo el vedado no cuentan con ningún tipo de armaduras y casualmente tampoco tienen el tipo de cristal que necesito.

La realidad también es, como dice el dicho, que “uno se acuerda de la virgen cuando llueve”, pero a pesar de todo eso, los servicios públicos están cada vez más en decadencia, y el trato humano refleja, lamentablemente, el deterioro del entorno. En varios periódicos, revistas e incluso en la calle, siempre he escuchado que “el cubano se ríe hasta de sus desgracias” y eso, imagino que esté bien, ya lo tenemos instaurado como filosofía de vida y en cierta forma nos hace salir adelante dentro de los problemas, pero creo que también es uno de nuestros defectos; si no vemos nuestros problemas, nunca le daremos solución.

Pero como yo sí quiero ver, más bien lo necesito, salí en busca de mi solución y encontré en redes un emprendimiento llamado “Progresiva” que es un taller de espejuelos en La Habana, que tiene todo lo que necesito. En principio, desde la web se pueden consultar las armaduras disponibles, precios y otros artículos útiles para el cuidado de los espejuelos.

De cierta forma creo que así nacen los emprendimientos útiles: a un problema, una solución; y Doria Alderete, CEO de Progresiva, ha encontrado un servicio necesario, ya que: reparan espejuelos, ofrecen asesorías personalizadas sobre la visión, realizan la confección a la medida, y tienen accesorios para los espejuelos.

En resumen, cada quien observa su pedacito, muchos de los establecimientos estatales en Cuba brindan servicios mediocres, pero siempre queda un pedacito de esperanza. Y me gusta creer en ella.

Por: María Karla Larrondo González

33 Feria Internacional del libro de La Habana

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33 Feria Internacional del libro de La Habana.

Llega a La Habana la 33 Feria Internacional del libro de La Habana, esta vez del 13 al 23 de febrero del 2025. Esta edición está dedicada a Francisca López Civeira, premio Nacional de Historia y Ciencias Sociales y al poeta, ensayista, investigador y crítico Virgilio López Lemus.

Virgilio López Lemus ha dedicado su vida a entregar el arte de la literatura a manos llenas. El literato cubano, con su impronta en la crítica, la polémica que caracteriza sus trabajos, su acertada ensayística y la reflexión a la que convoca al lector – incluso en la poesía -, consolida una obra que deviene elogio a la cultura.

En el marco de la Feria internacional del libro, también se llevan a cabo actividades colaterales, entre las que se encuentra el XIV Encuentro de Jóvenes Escritores de Iberoamérica y el Caribe, que se estará realizando del 17 al 21 de febrero, inaugurado el lunes 17 de febrero en el Centro Cultural Dulce María Loynaz. Se podrá disfrutar de estos diálogos entre autores jóvenes y sus obras en las siguientes sedes: Centro Cultural Dulce María Loynaz, la Casa de las Américas, el Salón de Mayo del Pabellón Cuba, la Sala Villena de la Uneac, el Centro Hispanoamericano de Cultura, el Recinto Ferial La Cabaña, la Casa de la Poesía, el Ateneo de La Habana y el Espacio para el Desarrollo Cultural Comunitario de la Habana Vieja.

De igual forma Ediciones La Luz, sello de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Holguín y uno de los más reconocidos del país, presentará sus novedades editoriales en la XXXIII Feria. El catálogo de La Luz, incluye géneros como poesía, narrativa, ensayo y literatura para jóvenes, organizados en colecciones como Abrirse en constelaciones, Mehrlicht, QuemaPalabras, Premio Celestino y Analekta.

Cada sello editorial ha concebido también sus propios espacios, a partir de intereses profesionales. Con la finalidad de sostener un programación literaria, la Sala Adolfo Llauradó, de la Casona Vicente Revuelta, será el centro de las presentaciones sobre ballet, danza y teatro, con los títulos de la editorial Tablas-Alarcos, perteneciente al Consejo Nacional de las Artes Escénicas.

En el marco de Feria se hacen entrega de premios entre los que se encuentras el Premio Nacional de Literatura, 2024; que este año se alzó para el poeta, ensayista y cronista Waldo Leyva, quien asegura que “La poesía me permitió encontrar el amor, descubrir la música que habita en las palabras, asumir el tiempo y la memoria como algo imprescindible, porque no perder la memoria y saber descifrar las coordenadas del tiempo, es lo que nos salva.

De igual forma el próximo 19 de febrero tendrá lugar la entrega de los premios Calendario, premio en diferentes categorías que otorga la Asociación Hermanos Saíz a creaciones literarias de jóvenes escritores cubanos.