Magnolias a teatro lleno
La última puesta en escena de una obra de teatro tiene un sabor distinto, puede que cuando algo esté a punto de acabar sea más interesante.
Este domingo 30 de junio concluyó en la Sala Adolfo Llauradó la primera temporada de Magnolias, con dirección de Eduardo Eimil y Yaite Ruiz. El grupo de teatro Aire Frío, llevó a escena una versión de la obra teatral “Steel Magnolias” de Robert Harling.
En el escenario hay cinco sillas, recurrentes en el espacio que a pocos minutos de apagadas las luces, nos muestran a nuestras protagonistas. El último elenco estuvo compuesto por Náyade Rivero como Susana, dueña del salón de belleza del pueblo; Darianis Palenzuela como Anel Dupuy, una muchacha nerviosa, recién llegada al pueblo y con algo que prefiere ocultar; a Ingrid Lobaina como Chery, una muchacha que ama la vida aunque padece de diabetes; Yaite Ruiz, como Mailín, madre de Chery que vive pendiente a su situación constantemente; Rosmery Guillén como Clara, una mujer divertida y atrevida; y a Yazmin Gómez como Luisa, una señora mayor resabiosa y amargada.
Los salones de belleza siempre han sido lugares de cotilleos y más así en un pueblo donde prácticamente todos se conocen. En un ambiente íntimo nos vamos introduciendo en los deseos, inquietudes e incluso miedos de nuestras magnolias.
Se va construyendo una trama donde el tema principal es la mujer y sus fronteras; algunas casadas, otras solteras e incluso viudas; pero con muchos intereses por descubrir. La risa y la música nos pautan ell paso del tiempo, donde a pesar de los años, el lugar continúa siendo el salón de Susana y los brazos de sus amigas el sostén más fuerte.
La espontaneidad de los cuerpos y el desarrollo de los conflictos permite que el espectador continúe atento, encontrándose quizá, en el consejo de una madre o en algún dolor vivido. La obra refleja el humor y el llanto en momentos claves de la obra, y nos permite descubrir que el apoyo femenino siempre será nuestra mejor respuesta.
