¡CORRE! SE CASA LA MARQUESA
El público espera y las puertas se abren. El día de la boda ha llegado y, a pesar de que todos esperan al novio en el altar, nadie hace acto de presencia. Solo ella, Laura Carril Herrera, La Marquesa. Viste un atuendo de reinas, la diadema más hermosa del mundo y el amor infinito hacia la persona más importante de su vida: ella.
Tan extraño como pueda parecer, el día 22 de noviembre del 2021, la vida de Laura cambió al crear un lazo que duraría para toda la vida. Junto a su familia y amigos, La Marquesa fue protagonista de un show maravilloso, en el que, además de celebrar sus años de vida, se unió formalmente con ella misma e hizo una oda al emprendimiento cubano con la participación de varios proyectos, que demostraron su gran talento en la realización de ese evento.
En palabras de la novia, la boda fue para ella un proceso muy personal y de crecimiento, influenciado por los cambios que su vida venía experimentando desde finales del 2019, los cuales la hicieron ver la realidad que quería para ella. Realidad que, por lo que podemos notar, no cumple con los cánones de la sociedad, lo cual la hace mucho más interesante.
¿Por qué una boda?
A pesar de lo que muchas personas piensan, y me han comentado e insisten, no hice la boda porque me sentía sola, ese no es el tema. Yo tengo un enfoque diferente sobre el tema de las relaciones de pareja, he estado en varias modalidades de relación y ninguna me ha llegado a satisfacer del todo por determinados motivos. Uno de esos motivos era que yo no me sentía del todo cómoda conmigo y con la proyección que yo estaba teniendo conmigo misma. El tema de la autoestima, del amor propio es algo de lo que se habla mucho, pero se habla a veces de una forma poco empática con los demás porque la autoestima y el amor propio no es lo mismo para todo el mundo. Para ti tener autoestima puede ser comerte un helado cuando tienes ganas, puede ser tener mascota, porque la mascota te aporta determinadas cosas y, aunque puede ser complicado, porque a veces creas lazos con cosas que eventualmente pasaran. Al final el ser humano necesita atarse a algo. Yo me escogí a mí.
La boda, fue un acto de reconocimiento a su propio ser y a la manera en que se cuida, se respeta y se entiende. A la par, resultó en un festival de emprendimientos cubanos. Contó con tan solo 60 invitados, donde también se cuentan los organizadores, y con una hurra especial a Karla Liszt Amador, su mejor amiga y capitana del barco en donde todos estaban montados. Tomó lugar en El Salón de la Unión Árabe de Cuba, en Prado y fue decorado, en parte, gracias a Galapa Artesanía, quienes crearon el maravilloso ramo de novia. Para mantener el recuerdo, su mejor amigo y fotógrafo, Danilo García, se encargó de tomar cada detalle del evento, incluido su conjunto y estilo, los cuales combinaron a la perfección con Nacho Ferrán, Gaya Novias en los vestidos y Agua de Marzo, maestros de los accesorios para el cabello en Cuba. Para degustar el toque dulce, Sweet Addiction dijo presente con el delicioso cake que brindaron y para los que buscaban una noche de tragos, el emprendimiento Poci+913 fue el encargado de crear el coctel de brindis. Pero la emoción de ese día llegó antes a los seguidores y amigos de La Marquesa porque Chrysalis y Bertín Azcuy crearon la invitación más increíble que cualquiera pudiera pedir para su boda, conformada por una carta tarot que contenía un significado especial para Laura: Los enamorados.
¿Los invitados?
Todos esos invitados son personas a las que le tengo mucho aprecio y se preocupan por mí. Si en algún momento estuvieron preocupados por el hecho de que yo estuviera fuera de foco, o sin encontrarme, quise demostrarles que estoy bien. No siempre, pero sí puedo encontrar ese punto de equilibrio donde me siento en paz y me siento feliz. Es un punto muy precario, porque creo que la felicidad y la calidad del amor propio se desplaza en un movimiento asintótico entre la felicidad y la tristeza. Lo más complicado no es estar siempre feliz, lo más difícil está en mantenerse lo más cerca posible del equilibrio y poder ser capaz de disfrutar un momento de extrema alegría y estar presente, al igual que para uno triste, comprendiendo que todo pasará, que todo es un equilibrio entre opuestos.
Laura dejó que su alma guiara este momento y reconoce que puede verse como un acto egocéntrico. Sin embargo, se adueña de este hecho rectificando que, en adición, es una manera de demostrar que está presente y que es parte de un proceso que se compara con un acto de magia, con la expresión de su voluntad. Criticada por muchos, Laura Carril ató su vida con ella misma esa noche y, aunque lee todos esos comentarios, de ellos solo tomó una enseñanza: todos somos diferentes y la mayoría de los errores que cometemos son por juzgar, basados solo en estereotipos.
Segura de que lo volvería a hacer si pudiera, Laura Carril Herrera mostró al mundo una versión de ella que es fuerte y a la misma vez, muy vulnerable. Así son su personalidad, su vida y su cuenta de Instagram, trasparentes.
