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YukoFong: “camino siguiendo mis instintos”

Cuba es cálida con sus visitantes, tanto que algunos han decidido quedarse mucho más del tiempo del que hubiesen podido imaginar. Y en ese “quedarse histórico” descansa parte de la riquezade la cultura cubana que, como buena anfitriona, ha sabido nutrirse de cuánto la enriquezca.

Los emigrantes japoneses son de esas maravillas que le han ocurrido a Cuba y a su cultura. Cuentan que desde el siglo XVII esta isla le abrió las puertas a nipones que llegaban con variadas expectativas, y desde entonces, con mayor o menor fuerza,recibimos a personas procedentes de la tierra del sol naciente.

Entre la comunidad de japonenses que hoy radica en Cuba, hay una mujer repleta de fuerza, que emana energía y talento. A pesar de venir de una cultura tan distante, YukoFong es “un pez en el agua” en Cuba. Lo advertimos en su acento, en sus frases, en sus gestos y hasta en la sonrisa. Es una mujer determinada, fuerte y apasionada del arte.

Recientemente, su nombre volvió a sonar en la isla. Hace poco más de un mes,Yuko estrenaba junto a Rumberos de Cuba, su más reciente video clip, del tema Oborozuki(Luna en la bruma) del álbumHabana, novia de mis sueños, a cargo del destacado director Joseph Ros.

Precisamente, la curiosidad nos llevó a entrevistar a esta japonesa que tiene tanto de cubana. A ella el agradecimiento por recibir a Tunturuntu y por amar a esta tierra.

  1. Si hubiese que escoger entre los momentos más importantes que describen la vida artística de YukoFong: ¿cuáles serían?

Pienso que cada momento de mi carrera artística es una oportunidad para avanzar al siguiente nivel. Para comenzar podría mencionar el año 2000, cuando decidí estudiar danza folclórica en el Instituto Superior de Arte (ISA), una decisión muy drástica, a juzgar por mi procedencia.

Recuerdo que muchos de mis amigos japoneses me preguntaron entonces, por quéescoger danza folclórica; y es que precisamente, hace 20 años en Japón no se conocía mucho este género. Fue una decisión radical en mi vida.

Luego, compartir con mis compañeros del ISA fue una experiencia extraordinaria. No solo me ayudaron a aprender danza, sino también me descubrieron Cuba y me ayudaron a asimilar este nuevo país. Fueron años muy difíciles.

En mi carrera tienen mucha importancia los tres grupos profesionales con los que he trabajado: Obini Bata, Rumberos de Cuba y Mezcla. A cada uno tengo mucho que agradecer. 

Con Obini Bata todas fueron primeras experiencias como profesional. ¡Aprendítanto! Desde percusión hasta expresiones escénicas. Hice dos giras nacionales, conciertos comunitarios, participé en varios festivales, así como en las peñas habituales en la Asociación Yoruba de Cuba.

Después con Rumberos de Cubaconocí a profundidad la rumba tradicional. Fue en este tiempo que nació la idea de hacer Oborozuki, un tema que une las poesíastradicionalesjaponesas y la rumba columbia cubana. Ya estaba naciendo dentro de mí el bichito de hacer algo de la fusión cultural.

ConMezcla entonces es la primera vez que me desarrollo fuera del ámbito folclórico y aprendí entonces, a asumir el rol de cantante solista.

 

 

2. Perteneces a una cultura muy organizada y milenaria, casi antagónica con la cubana. ¿Por qué entonces, escoger Cuba como escenario de realización artística?

Desde mi infancia no he tenido miedo a ser diferente y he seguido mis instintos, más que a nada, para trazar mi camino. La primera vez que conocí la danza y la música cubana sentí gran afinidad.

Cuba es un país que valora el arte y la cultura y a mí me fascina aprender, además de que adoro interactuar con los cubanos. Asumo como un reto hacer algo nuevo y diferente. También me guía la idea de aportar siempre a mi desarrollo personal y si es posible, aportar a la cultura de mi país y a ladel lugar del mundo donde me encuentre.

3. Recientemente estrenaste el video clip Oborozuki, en el que se percibe un abordaje potente sobre lo femenino, ¿cuál es tu posición frente al empoderamiento de la mujer? ¿Tesientes una mujer empoderada?

Yo valoro la calidad humana, no importa género, color, raza, edad, clase social… Estoy a favor del empoderamiento de la mujer, pero, sobre todo, estoy a favor del respeto a los demás por encima de las diferencias.

Sinceramente nunca me había planteado si soy una mujer empoderada, pero podría decir que sí. Soy independiente, he tomado decisiones sobre mi vida en varios momentos contra cánones establecidos.

Me siento dueña de mi destino: soy responsable y consecuente con mis decisiones y actos. Pienso y quiero caminar siguiendo mis instintos y buscando mi propio camino, que no tiene que ser igual o parecido al de otras personas.

4. ¿Cuánto hay de Cuba en la artista que es hoy YukoFong?

¡No sé cuánto! (Se sonríe).Sé que voy a ser japonesa hasta la muerte, pero puedo decir que hay mucho de Cuba en mí.

Conversar con YukoFong nos deja el sabor de la determinación femenina y nos pone frente al poder de la mujer. Nos revuelca con la idea de la búsqueda de la felicidad y de la realización personal por encima de estigmas y creencias. ¿Quién dice que no se puede ser una japonesa rumbera y folclórica?