Desde 2013 las ruinas del castillo de Breda, una fortificación de principios del siglo XIX, cerca de la frontera oriental con Hungría, se volvió un verdadero espectáculo de luces. Es justamente, el primer video mapping permanente de Europa.
Para muchos, esta técnica a medio camino entre la tecnología y la fantasía supone una nueva e impactante forma de hacer arte. Mientras, en sectores como el publicitario se explota a gran escala para la promoción de productos y servicios.
El video mapping consiste en proyectar imágenes de vídeo en edificios, estructuras, fachadas, superficies u objetos 3D, para jugar con la percepción y perspectiva del espectador, para crear así, efectos y animaciones tan impactantes que parecen que cobran vida.
La razón de su éxito a nivel mundial es que el público se involucra emocionalmente en el show. Se encuentra frente a un espacio nuevo y diferente que resulta sorprendente y emocionante.
Para sistematizar los tipos de video mapping, algunos especialistas los dividen en:
Arquitectónico: se proyectan videos (luz y movimiento) en edificaciones de todo tipo. También se proyectan sobre mobiliario urbano. Esta versión arquitectónica es la más popular.
Publicitario: resulta una de las tendencias audiovisuales en el sector de la publicidad. Cada vez más empresas se suman a lanzar nuevos productos o servicios de forma inusual a través de estas técnicas.
Artístico: utilizado para recrear escenarios históricos o para crear volúmenes y formas abstractas en objetos geométricos como cubos o pirámides. Forma parte de la línea denominada arte con nuevos medios.
Table mapping: se emplea para animar objetos habituales de una mesa -platos, botellas o alimentos- con el fin de crear experiencias gourmet gracias a impactantes puestas en escena.
Tal es el alcance del video mapping que, desde hace algunos años en Bucarest, la capital rumana, se celebra el iMapp, un festival internacional que reúne a decenas de miles de personas para presenciar la mayor competición de video mapping del mundo.
Allí algunos de los artistas de vídeo más destacados del panorama internacional presentan sus proyecciones sobre la fachada del Palacio del Parlamento, el tercer edificio más grande del mundo. Esta iniciativa demuestra el potencial de este nuevo arte.
Cuba, a pesar de sus condicionantes tecnológicas, se mantiene conectada a las tendencias del trabajo con video mapping. Justamente, cuando La Habana celebró 500 años de fundada, el capitolio de la capital cubana se iluminó también a través de esta técnica, además de otro tipo de luces.
Pero, en la isla se hace video mapping desde mucho antes. En 2014 la Catedral de La Habana lució un espectáculo visual, inspirado en las santas escrituras, acompañado con música sacra, que envolvió a esta edificación en una exquisita aura celestial.
También la Bienal Internacional de La Habana ha dedicado espacios a este tipo de manifestación, así como también se ha podido disfrutar en conciertos y espacios públicos de la isla.
Se ha intervenido la fachada del cine Chaplin, la iglesia del parque central de Gibara, el Museo de Historia de Las Tunas, el faro del Morro y otros espacios de Cuba con fines diversos, pero todos con el arte y la tecnología como vías de expresión y para traer a la realidad mundos imaginarios.
El video mapping es otra forma más de expresión artística, y habla de la vitalidad de cualquier ciudad en el mundo.