Por Sara Sánchez
Históricamente la relación entre los países europeos y la región del Caribe en especial Cuba, ha estado colmada de puentes sobre todo culturales que acercan la identidad de múltiples regiones y sociedades. Liderando estos procesos se encuentran organizaciones y entidades decidacas a las relaciones internacionales y el desarrollo de proyectos que visualicen el diálogo común y productivo.
Hace unos meses, Audrey Azoulay, Directora General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, lo que todos conocemos como UNESCO, allá por París, destacó la importancia del desarrollo del Proyecto Transcultura, porque así se llama, y que involucra a Cuba. La noticia circuló porque lo dio a conocer en su cuenta de Twitter Yahima Esquivel, la Representante Permanente de Cuba ante la organización que guarda en el centro de Francia uno de los murales más grandes de Picasso.
Este programa, que no es nuevo en la isla, es implementado bajo los auspicios de la UNESCO y la Unión Europea (UE), y busca en sobre todo profundizar la integración entre Cuba, el Caribe y la U. E, y del mismo modo fortalecer la cooperación y el intercambio de conocimientos entre la Isla y esas regiones.
Es decir, más del mismo intento que otras tantas veces se han dado a conocer en la mayor de las Antillas y que no pocos frutos han dejado en materia de cooperación de múltiples áreas de conocimiento y acción, por esta parte del mundo.
Además, según los documentos que ampliamente explican el proyecto, tiene el propósito de aprovechar la diversidad y tender puentes entre pueblos y culturas de diferentes áreas lingüísticas, basándose en dos componentes: el primero, centrado en el fortalecimiento de las habilidades y capacidades de jóvenes profesionales de la cultura y, el segundo, en ampliar oportunidades mediante la transferencia de conocimientos e intercambios… crecer entre todos, sería el resumen de las palabras técnicas que lleva un informe de esta magnitud. Colaboración, implicación, retroalimentación… podrían ser las letras de orden. Y es una alegría, que un proyecto se piense así y no con el afán de imponer o educar al tercer mundo que le tiende la mano….
A decir de la página oficial de la UNESCO, Transcultura logrará sus objetivos mediante el establecimiento de un Polo Regional de Formación Cultural en Cuba, vinculado a instituciones relevantes del Caribe y apoyado por un financiamiento que necesariamente dinamice la gestión… Así se pretende según el plan, la restauración del Convento de Santa Clara como espacio académico, la preparación de cursos de formación multilingües, incluyendo la traducción de materiales y la adaptación de los cursos al Caribe, de acuerdo con la demanda entre algunos
de sus pasos.
Del mismo modo se convoca al desarrollo e implementación de un programa de becas para mejorar la movilidad y el acceso a los participantes de la región, la integración a actividades culturales, académicas e intercambios de los participantes y también se habla del desarrollo de cursos en línea.
Se espera que el programa cree oportunidades para el emprendimiento, proyectos socioeconómicos y colaboración en los sectores culturales y creativos, el patrimonio y el turismo, dentro de la región del Caribe y con la UE… y falta que haría porque todas las manos serán pocas para recuperar el tiempo perdido en una cuarentena que aún no tiene límites. También porque hay mucho que decir con el Atlántico por medio, y es hora de crear más
puentes… muchos más. El mundo lo necesita… Enhorabuena por la cultura que siempre abre el diálogo.