La creación de universos fantásticos no solo es un esquema para las novelas y sus lectores. El martes 20 de agosto tuvo lugar el último de los Talleres de la alegría, un espacio creado por el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales para los niños en este verano.
Crear y desarrollar habilidades desde la infancia resulta un impulso en las edades tempranas, con esta premisa se desarrollaron seis talleres: Cocina creativa por Adis Pereira y Lorena Faccio, con charla especial para padres por Katherine Rodríguez Buergo; Pasos de Luz por Raiza DBeche (actriz); A veces no hacer nada conduce a algo por Claudio Sotolongo en Homenaje a Fancis Alijs; Érase una vez la luz por Evelyn Carnot (fotógrafa); El árbol de la vida por Adriana Pérez Mugía (artista) y Creación de personajes fantásticos por Álex Martínez (ilustrador).
De esta manera los participantes tuvieron la oportunidad de trabajar con hielo, disfrutar el espacio del teatro, conocer sobre la fotografía, cocinar y preparar alimentos fáciles y saludables, dibujar y crear nuevos escenarios.
Nos acercamos al último de los talleres para conocer sobre las dinámicas, para explorar junto a los niños su imaginación. Alex Martínez, quien cambió de rol y para algunos también era el profe, le compartió un ejercicio interactivo. Debían dibujar un objeto para luego intercambiarlo y crear una figura nueva.
Con el uso de las crayolas, el acrílico, las temperas, pinceles y lápices, cada uno fue recreando pequeños mundos, que reflejan también escenarios imaginarios con los que quizá, sueñan en las noches.
Luego colocaron esa nueva imagen en un fondo utilizando la técnica del collage, que permitió crear una obra a partir de otra. Entre mariposas, barcos con alas y saturnos que florecen transcurrió la mañana, inmersos en mundos imaginarios se promueven habilidades en los niños.
Esta, como segunda edición de los Talleres de la alegría, tiene la intensión de perdurar en el tiempo como espacio de creación y disfrute del arte en la infancia. Promover estos espacios y recrear ambientes donde los niños puedan explorar y desarrollar sus habilidades, representa un trabajo complejo pero hermoso y necesario.
Por: María Karla Larrondo González.
Fotos: Kevin Faylún Chávez