Casquitos de guayaba:
Cocinado en almíbar, este postre cubano se logra limpiando la corteza de la guayaba madura, eliminando las semillas y buscando el espesor deseado, según el gusto. Luego de un tiempo de hervor se deja reposar, para luego refrigerar.
Dulce de leche:
Este postre se logra cuando se corta la leche, se le añade un puñado de azúcar y se deja hervir hasta que se cree una mezcla espesa. Para dar más sabor se le añade corteza de limón o naranja.
Cremita de leche:
Se usa la misma cantidad de leche y de azúcar, se cocina a fuego lento y se revuelve hasta que reduzca. Luego, se deja enfriar y se pasa a un molde con papel encerado. Puro dulzor cubano.
Boniatillo:
En una cazuela, se hierve el boniato, se aplasta con algún utensilio de cocina o se pasa por la batidora. Para aumentar el sabor y darle ese punto cubano, a este postre se le agrega azúcar, canela y un poco más de fuego hasta que espese.