La Habana, ciudad colonial que cuenta con una estructura singular, está formada por cuatro plazas que representan diferentes sectores que se desarrollaban en la villa en los años de su creación.
Plaza de Armas
Ubicada cerca de la calle Obispos, esta plaza fue construida en el siglo XVI. Sus terrenos cuentan con edificios como el Castillo de la Real Fuerza, el palacio de los Capitanes Generales y del Segundo Cabo. Su función era, principalmente, militar, aunque a finales del siglo VIII tuvo un giro administrativo.
Plaza San Francisco de Asís
Esta plaza tiene una particular característica y es que, en ella, siempre encontrarás palomas que vuelan el lugar. Por esta razón es conocida como la plaza de las palomas. En una de sus calles se puede observar una estatua del Caballero de París, una hermosa fuente de leones y hermosas edificaciones. Creada en 1628, la función de esta plaza era comercial.
Plaza de la Catedral
Este espacio, reconocido por la majestuosa Catedral que le da su nombre, tenía una función más íntima y religiosa. Dentro de sus edificaciones están algunos establecimientos de hermosa arquitectura colonial y la reconocida Casa del Marqués de Arcos.
Plaza Vieja
La Plaza Vieja es reconocida como el espacio público de la villa. Cuenta con una gran arquitectura ecléctica y en ella se encuentran cervecerías, restaurantes y cafés. Toma su nombre de Plaza Vieja, tras la creación de la Plaza de Cristo.