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Obini Batá: 30 años de arte folclórico

Tres décadas nos separan de la fundación de Obini Batá. Exactamente, el 16 de junio de 1991, bajo la dirección de Eva Despaignenació una agrupación que rompería mitos e inspiraría a muchas otras mujeres, incluso fuera de la geografía cubana.

Las fundadoras de Obbini, que en lengua yoruba significa mujer, vienen de la danza, especialmente del Ballet Folclórico Nacional, pero encontraron en los tambores batá la posibilidad de cantar, percutir y danzar en un mismo tiempo.

Sin embargo, según establece la religión yoruba, los batá solo deben ser percutidos solo por hombres. Les ha tocado a ellas investigar, explicar y convencer sobre la distancia entre el hecho artístico y la religión, para en ese acto, legitimar la autenticidad de su trabajo.

La religión yoruba establece que solo los hombres pueden percutir los tambores batá.

Pero, dejemos que sea justamente Eva, quien nos cuente sobre estos años de esfuerzo, sacrificio y dedicación.

– ¿Por qué fundar una agrupación femenina para tocar instrumentos tradicionalmente dominados por hombres?

Dentro la santería o regla de Ocha, está prohibida la percusión de los tambores batá para las mujeres. Fuera de ese marco, quien sea capaz puede percutirlos, incluidas las mujeres.

Demostrar, reafirmar e instruir sobre la diferencia entre el hecho artístico y el religioso, así como la versatilidad y posibilidad de integrarse con otras manifestaciones artísticas, forma parte, entre otros, de los objetivos de nuestro trabajo.

Romper ese esquema de pensamiento fue una responsabilidad muy grande, debimos enfrentar a fuerza de investigaciones y estudios, un pensamiento sesgado y machista.

Nuestra idea nunca fue competir con los hombres, sino atraer a nuestro arte un instrumento importante para la música cubana, pues le otorga características como pluritonalidad y poliritmia.

– ¿Qué retos implica ser la primera agrupación de su tipo en Cuba (y quizás en el mundo)?

En los inicios, y durante muchos años -incluso en la actualidad, pero en menor medida- enfrentamos mucho rechazo, mucho rechazo –enfatiza-, sobre todo de hombres religiosos que no entendían la diferencia entre el hecho artístico y religioso.

Se decía que violábamos cánones religiosos. Por mucho tiempo la mirada hacia Obini no fue la mejor, pero nos impusimos explicando en conferencias y con investigaciones y, sobre todo, demostrando con nuestro trabajo.

Nos guía el pensamiento de Don Fernando Ortíz y nos guía también la búsqueda de la integralidad de la artista: una mujer que toca, canta y baila.

Somos mujeres que percuten tambores batá y que en ese acto ponemos en alto la significación de las mujeres incluso, desde la raíz en toda nuestra cultura.

– ¿Cómo ha evolucionado en el tiempo la agrupación, a juzgar por los objetivos y principios fundacionales?

Miro atrás hasta hoy y visualizo una evolución favorable en estos 30 años, que espero sean muchos más.

A partir de la creación de Obini Batá muchas artistas y mujeres en Cuba se han inclinado por la percusión folclórica popular- tradicional. Existen grupos de obinisas en casi todas las provincias del país. A raíz de la visión que Obini ha estado mostrando al mundo, se han creado muchísimas agrupaciones no solo en nuestro país.

Son varias ya las generaciones que han pasado por nuestra agrupación, de las cuales muchas se han convertido en artistas de extrema calidad, como,por ejemplo, Brenda Navarrete, la japonesa YukoFong[1]y otras tantas que encontraron un espacio para desarrollarse en Obini.

 

Estamos muy satisfechas con lo que hemos logrado y tenemos aún mucha fuerza para llegar más lejos en nuestros propósitos. En treinta años ganamos respeto, admiración y comprensión de nuestro público; eso nos satisface muchísimo.

ObbiníBatá inspira a mujeres artistas incluso fuera de Cuba.

Conversar con Eva Despaigne sobre Obini Batá es contemplar a una madre hablando sobre una hija. Ella tiene el tono cálido y suave, de quien cura con la voz cualquier dolencia, aunque sus talentos están también, como ya sabemos, en la percusión y en los movimientos estilizados de su cuerpo.

Pero, Eva también tiene un sólido recorrido en las ciencias del arte, donde alcanza incluso el título de máster y también cuenta con una licenciatura en Psico-pedagogía. En sus palabras, las investigaciones y estudios se convierten en herramientas de trabajo poderosas para el desarrollo profesional. Por eso, insiste en la superación permanente de las integrantes del grupo.

No con poca fuerza se llega a la dimensión que ha alcanzado esta mujer frente a una agrupación que aun hoy, arrasa con estereotipos.