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Un, dos, tres, flechita inglés

Ya quedan pocos días de septiembre y con ellos se van los recuerdos de las añoradas vacaciones. Esos momentos de relajación y disfrute que nos ayudan a conectar con el niño que llevamos dentro. Memorias de los tiempos en que corríamos descalzos por toda la cuadra de nuestro vecindario y en que, nuestros familiares, no gritaban nuestros nombres temprano para ir a comer. En este texto Tunturuntu se da un viaje al pasado y  te trae algunos de esos juegos, divertidos y tradicionales, que solías jugar de pequeño.

La chivichana
Comenzando con un artefacto lleno de adrenalina te traemos la chivichana. Este invento se conformaba  por un travesaño que dirigía el trozo de madera con tres o cuatro cajas de bola. Siempre buscando calles empinadas y con poco tránsito, los pequeños y pequeñas, competían y sonreían en cada curva.

El cuatro esquinas
El cuatro esquinas no necesitaba de ningún artefacto. Este juego nace del amor al béisbol de los cubanos, la diferencia es que, en este caso, se camina por la calle y se usa una pelota confeccionada de goma o trapo. Cuatro son los jugadores en cada esquina y uno que camina de lado a lado.
Las chiringas o papalotes
Siempre con la ayuda del viento, se comenzaba el juego. El ganador era aquel que conseguía llevar más alto su papalote, sin embargo algunos preferían eliminar la competencia y derribaban a sus enemigos de papel.

La gallinita ciega
Con un jugador que tenía los ojos vendados y varias preguntas por parte de los demás, se jugaba a la gallinita ciega. Desorientando a este jugador, los demás intentaban no ser atrapados. Cuando la gallinita toque a algún jugador, entonces cede su puesto y el juego comienza otra vez.

El escondido
Cuando en un grupo de niños y niñas se escuchaba el canto de piti piti fú, era claro que estaban a punto de comenzar un juego del escondite. El anfitrión cerraba sus ojos y, contando hasta diez, esperaba a que los demás se escondieran. Si el anfitrión te descubría, perdías el juego.
Los yaquis
Este juego consiste en un set de doce piezas y una pelota de goma pequeña. La intención era recoger todos los yaquis sin perder la pelota. Se regaban los yaquis en el suelo y se intentaban recoger por grupos, si perdías la pelota tenías que comenzar por uno.

El pon
Dibujado con una tiza en el suelo, el pon es un juego de obstáculos y números. Durante tu turno tirabas una lata al número correspondiente e intentabas llegar saltando hasta el número diez. Si en tus manos no tenías una tiza, la solución era siempre buscar una piedra afilada para hacer los trazos en la acera de tu barrio.