Primeros pasos
Iroyé nació en 2019 de la necesidad de su director, Rubén García Labaut, de tener un espacio propio donde poder desarrollar su música. Luego, en la unión de sus nueve integrantes se conjugó el deseo por la creación musical y el disfrute conjunto, por lo que el sueño de crecer defendiendo la música cubana, a través de sonoridades más innovadoras y modernas, se totalizó en su día a día. Iroyé es hoy una familia, que suma nuevos inquilinos a su casa, inquieta, fresca, joven y muy cubana.

Lo que escucha Iroyé
Entre las músicas que influyen en el proceso creativo de sus integrantes, que son muy variadas, entran a jugar un papel primordial la impronta total de la música cubana, desde los sonidos del pasado pertenecientes al filin, a lo tradicional, hasta llegar a Los Van Van, a lo alternativo con Habana Abierta, Interactivo, Cimafunk o Kelvis Ochoa. Sonidos del pop mundial como Michael Jackson, Dua Lipa,Earth Wind and Fire entre otros. La timba, el son, el jazz y la música que, desde la academia musical absorbieron, conforman la base de nuestra estética a la hora de crear.

Llegó con swing
El Swing nació como tantas canciones. Cuenta Rubén que “estudiando con la guitarra me salió un acompañamiento cadencioso y decidí grabarla para tocar arriba de eso. Luego compartiendo con unos amigos salió el coro y empecé a trabajar en el tema porque me gustaba el coro pegajoso”. Pertenece a la producción  En 3, 2, 1, la cual será lanzada próximamente por plataformas digitales. Marisol es el símbolo de esa mujer que nos vuelve loco a todos con su andar y su esencia, con ese swing que nos puede enfermar de amor apasionadamente.