Propuestas y autores en tiempos de Feria
El 21 de abril quedó inaugurada la XXX Feria Internacional del Libro en La Habana. Todo estaba preparado para su llegada y, después de haber sido pospuesta varias veces, toda la población capitalina tenía muchas ganas de que llegara. Este es un evento que durante años ha dado a conocer la obra de los escritores cubanos, tanto a nivel nacional como internacional, y también se ha convertido en el sitio de reunión de toda la familia cubana. Si nos llegamos a la Cabaña, sede principal del evento, nos encontraremos personas de cualquier edad que se sientan en cualquier lugar donde haya un poco de sombra para leer un capítulo del último libro que compraron.
La feria se ha preparado con el objetivo de realizar actividades de contenido diverso, para satisfacer todas las expectativas. Se han presentado conferencias magistrales con reconocidos panelistas, como la realizada por Mayerín Bello en la librería Alma Mater sobre Dante y Boccaccio o la presentada por Verónica Alemán Cruz sobre Dulce María Loynaz, variadas presentaciones de revistas, antologías y también de un gran volumen de títulos, tanto de escritores con una trayectoria reconocida como de algunos que publicaban su obra por primera vez. Para los más pequeños de la casa se presentaron textos conocidos desde ediciones anteriores, como “La Isla del Coco III” y “Hemingway, ese desconocido”, “La Capitana Adela y los toros del tamarindo”, “Conociendo a Martí”, “A los pies del Espantapájaros”, y otros
. También vuelven a la Feria obras que anteriormente tuvieron gran aceptación, como “Santa Lujuria o papeles en blanco” y “El Diablo Ilustrado”, uno de los clásicos de la literatura cubana en los últimos tiempos.
Entre los escritores que han traído nuevas propuestas al evento se encuentran Geovannys Manso con “El lector de James Joyce” y “Un lugar del mundo”, Alberto Peraza Ceballos con “Macerar”, Diana Castaños y “A los pies del espantapájaros, Anisley Miraz Lladosa con “Anfiteatro”, y muchos otros que, de igual modo, han traído propuestas novedosas a las editoriales cubanas. Trabajan temas diversos, pero todos se sienten muy cercanos a las vivencias propias de la cotidianidad de todos nosotros. Algunos, con referencias a los libros de autoayuda, provocan que nos preguntamos sobre las cosas del mundo que inquietan al ser humano, tal y como se ve en “Zona de obras”, y otros se presentan como referencia a personajes y autores importantes en la literatura universal.
Si bien las propuestas son muy diferentes su contenido y objetivos, de lo que no hay duda es de que tienen una alta calidad estética y una profunda sensibilidad a muchas de las cuestiones propias de las interioridades del hombre.
