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Ese Besito: la fórmula cubana que conquista Billboard

En Ese Besito, la joven cantante Melanie Santiller y el ya consolidado referente del funk afrocubano Cimafunk unen energías para entregar algo más que un tema de verano. La canción funciona como una fórmula cuidadosamente construida, donde se combinan producción de alto nivel, una voz emergente femenina con proyección internacional, y la cubanía globalizada de Cimafunk, resultando en un híbrido cultural que ha logrado posicionarse en los listados de Billboard como la nueva canción latina favorita de la semana. Este reconocimiento no es fortuito, sino la consecuencia de una arquitectura musical y comercial que dialoga con las tendencias globales sin abandonar las raíces cubanas.

La producción de Ese Besito es uno de sus pilares fundamentales. Detrás del sonido hay un equipo de nombres ya imprescindibles en la escena contemporánea: Javier Sampedro, DJ Conds, Drumglass, Yoyi Lagarza y Jefry Lozano. Estos productores han encontrado un punto de equilibrio entre la tradición y la modernidad: un groove pulido que preserva la esencia de la música cubana, pero que introduce texturas urbanas y arreglos modernos capaces de competir en las plataformas globales. La claridad de las voces, el balance entre percusión y bajos, y la versatilidad de la producción hacen que el tema suene tanto en la pista de baile cubana como en listas de reproducción internacionales. Se trata de una estrategia estética donde la autenticidad local se convierte en un valor añadido para un mercado que busca lo genuino, pero en un formato sonoro comprensible y atractivo para audiencias globales.

En este contexto, la figura de Melanie Santiller adquiere un protagonismo decisivo. Su voz sensual y fresca aporta un matiz femenino poco frecuente en un panorama urbano mayoritariamente dominado por figuras masculinas. Melanie encarna el relevo generacional: una intérprete joven que puede convertirse en referente de la música cubana femenina en el mercado latino, capaz de equilibrar coquetería con credibilidad artística. Su timbre y estilo interpretativo le permiten transitar con naturalidad entre un hit veraniego y una propuesta más sofisticada de fusión. Con ello, abre caminos a nuevas representaciones de la mujer en la música cubana actual, alejadas de roles meramente decorativos, para asumir un lugar activo y estratégico en la creación de tendencias.

Por su parte, Cimafunk aporta el sello de garantía. Su trayectoria ha consolidado un concepto que él mismo ha definido como funk afrocubano: un espacio donde conviven grooves afroamericanos, ritmos afro-cubanos y una actitud de libertad creativa. Cimafunk ha demostrado que puede llevar su sonido a giras internacionales, festivales y colaboraciones con músicos de gran relevancia fuera de la isla, siempre manteniendo un fuerte sentido de identidad. En Ese Besito, su presencia refuerza la legitimidad de la propuesta y la conecta con una narrativa más amplia: la cubanía como un fenómeno moderno, dinámico y exportable.

La letra de la canción es también parte de esta fórmula. Combina el doble sentido, la picardía verbal y la oralidad popular cubana con imágenes universales como la playa, el deseo y el coqueteo. Expresiones como “ese besito que me debes hace rato” o “psicología matadora yo te aplico” evocan la frescura del lenguaje juvenil urbano, pero mantienen el sabor del habla cotidiana de Cuba. En su trasfondo rítmico, aparecen influencias claras del reparto, con su cadencia directa y festiva, y del afrobeat, que aporta una energía expansiva y global al sonido. Esta combinación genera identificación en el público local, que reconoce su propio código cultural, y al mismo tiempo resulta accesible para oyentes internacionales, que encuentran en el tema una representación festiva, sensual y caribeña. En este equilibrio reside una de sus mayores virtudes: ser local y global al mismo tiempo.

Desde el punto de vista comercial, Ese Besito responde a todos los requisitos de un éxito contemporáneo. Es auténtica sin ser marginal, pulida sin ser artificial, sensual sin caer en la vulgaridad, y veraniega sin ser efímera. La alianza estratégica entre Melanie, Cimafunk y el equipo de productores permite capturar distintos públicos a la vez: los seguidores del funk afrocubano, los oyentes de música urbana latina y los fanáticos de nuevas propuestas emergentes. El posicionamiento en Billboard no solo reconoce la calidad de la canción, sino que la legitima como un producto cultural que está trascendiendo fronteras.

En definitiva, Ese Besito puede leerse como un signo de la música cubana actual: una etapa de fusión consciente, donde se reorganizan recursos históricos —ritmos afro-cubanos, influencias del reparto y el pulso expansivo del afrobeat— para presentarlos en un formato moderno y comercialmente viable. La canción simboliza una Cuba que se reconoce en su tradición, pero que no teme abrirse al mundo con propuestas frescas y competitivas. Es un gesto de cubanía moderna, sensual y global, que confirma que la música cubana sigue teniendo mucho que decir en el escenario internacional.

 

Evelyn García Hernández