Del 4 al 14 de diciembre de 2025, La Habana se prepara para convertirse nuevamente en el corazón del cine latinoamericano con la 46ª edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Esta edición, bajo el lema “Rodando cine”, llega con cifras récord: más de 1 600 obras recibidas entre largometrajes, cortos, documentales, animación, guiones inéditos y carteles, provenientes de más de 40 países. Un volumen que confirma que el cine latino sigue vivo, diverso y dispuesto a contar historias necesarias. Uno de los momentos más simbólicos de este año será el homenaje a los históricos Estudios Churubusco de México, que celebran 80 años y recibirán un Coral de Honor por su contribución decisiva al desarrollo del cine latinoamericano. Además, el festival dedicará parte de su programación al centenario de Alfredo Guevara, su fundador, cuya visión del cine como espacio de pensamiento y diálogo continúa marcando el espíritu del evento.
La selección oficial llega especialmente variada, con títulos que ya generan conversación tanto por sus propuestas estéticas como por la fuerza de sus narrativas. Destaca la presencia cubana con películas como “Cherri”, una coproducción entre Cuba, Guatemala y México que explora la intimidad y el conflicto emocional desde una mirada fresca; y “Neurótica Anónima”, que propone un viaje psicológico lleno de ironía y tensiones sociales contemporáneas. Desde Argentina, Brasil y España llega “¡Caigan las rosas blancas!”, un largometraje que mezcla política, poética y memoria de una forma que no deja intacto al espectador. Brasil y Francia aportan “O agente secreto”, un thriller estilizado que representa esa tendencia actual del cine latino a abrazar lo global sin perder identidad. También llega “La hija cóndor”, una producción entre Bolivia, Perú y Uruguay que destaca por su sensibilidad indígena y su aproximación al territorio como personaje; además de “Cuerpo celeste”, una propuesta chileno-italiana que combina misterio, intimidad y un discurso visual arriesgado. Se suman títulos de República Dominicana, Ecuador, Colombia y otros países que completan una programación que parece diseñada para mostrar el mapa completo del cine latinoamericano contemporáneo.
Más allá de las salas llenas y los estrenos esperados, el festival continúa apostando por los espacios de reflexión que lo distinguen: clases magistrales, encuentros de actores y directores, debates con críticos, muestras paralelas, retrospectivas y laboratorios creativos. La Habana vive durante estos días un ritmo distinto, donde la ciudad se transforma en punto de encuentro entre cineastas jóvenes, figuras consolidadas, estudiantes de arte y un público que sigue acudiendo fielmente cada diciembre. Este año la conversación apunta hacia las nuevas narrativas del continente, la renovación del lenguaje audiovisual y el papel del cine como herramienta para imaginar futuros posibles. En medio de un panorama global cambiante, el festival vuelve a recordarnos que el cine latino no solo se proyecta: se debate, se celebra, se cuestiona y se reinventa.
La 46ª edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano promete, como pocas veces, una experiencia vibrante: estrenos que harán ruido, obras que provocarán discusiones largas, homenajes que celebran historia y nuevas voces que anuncian hacia dónde mira el continente. Del 4 al 14 de diciembre, La Habana será nuevamente ese escenario donde todo se mezcla: la memoria, el riesgo, la emoción y la certeza de que el cine latino sigue teniendo mucho que decir.
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