Una de las mejores voces de la música cubana nos dejó físicamente a los 63 años. Hermana de ese grande de la música cubana Chucho Valdés e hija del emblemático pianista Bebo Valdés, Mayra, defendió la música cubana en diversos escenarios del mundo. Su CD Obatalá, mostró toda la versatilidad de la artista que se graduara de la Escuela Nacional de Arte en Canto Coral; elemento esté, que la llevó a exponer todas sus potencialidades vocales y su capacidad de improvisación en un fonograma que se ha colocado, dentro de la discografía del jazz en la escena nacional.
En 1981 el destacado actor, y activista social Harry de Lafonte visualizo en ella un gran talento musical dándole la posibilidad de compartir escenarios con importantes artistas de la escena internacional.
En estos últimos años la Valdés formaba parte del proyecto Akokan Iré que dirige su hermano Chucho Valdés, presentándose con ellos en importantes giras internacionales.
Muchos eran los sueños que está destacada artista le faltaron por materializar, la muerte no las arrebata en un momento en el que su creatividad todavía florecía.
La Dama del Jazz como se le conocía ya no está entre nosotros, pero su música, su talento, quedan entre la herencia musical de las jóvenes generaciones de intérpretes en nuestro país.