Por: Cami Pardiñas
Es muy común que en este inicio del año las flores adornen todo el entorno, febrero es un mes donde se experimentan muchas emociones. Hay puntos muy céntricos dentro de nuestra Habana que se convierten en un lugar de encuentro donde muchos enamorados disfrutan del amor hacia sus parejas, de la grata compañía de un amigo, o una amiga.
Es muy común que en este inicio del año las flores adornen todo el entorno, febrero es un mes donde se experimentan muchas emociones. Hay puntos muy céntricos dentro de nuestra Habana que se convierten en un lugar de encuentro donde muchos enamorados disfrutan del amor hacia sus parejas, de la grata compañía de un amigo, o una amiga.
Coopelia, la catedral del helado, cada día recibe a la familia cubana, pero fue justo allí donde surge ese clásico de la cinematografía cubana ¨Fresa y Chocolate¨, donde dos hombres superan sus diferencias, los prejuicios, y nace una gran amistad. El amor está por encima de todo, solo busca un lugar donde arroparse no importa que sea la céntrica esquina de L y 23, o el balcón que adorna todo el litoral Habanero donde muchas parejas comienzan a experimentar todo tipo de sensaciones.
Son días de suerte como suele decir el cantautor Iván Latour en uno de sus temas y tomaré prestado un fragmento de su canción…¨ Mientras voy por ahí cada paso me lleva por donde pasas tú¨….
Seguimos ese bregar durante este corto mes y vivimos con intensidad cada uno de sus días no importa que seamos desconocidos o que solo busquemos un rinconcito de esta ecléctica ciudad para amarnos y tener un día de amor.