Daymé Arocena emocionó a todos en Madrid durante la presentación de su nuevo álbum ‘Alkemi’, describiendo el concierto como «probablemente uno de los más hermosos» de su carrera. Este domingo, la sala Villanos fue testigo de una noche mágica, donde la voz de Arocena y los ritmos de su último disco resonaron con fuerza ante una multitud de cubanos que llenaron el lugar.
El público, entregado y vibrante, bailó y coreó cada canción, sorprendiendo a la artista. Arocena confesó a DIARIO DE CUBA que la conexión con la audiencia madrileña fue increíble: «Una de las cosas que más me sorprendió fue que la gente coreó un montón de canciones, se notaba que mucha gente ya había consumido la música. No fue solamente por la rumba, muchos fueron también por ‘Alkemi'».
Este álbum, producido por Eduardo Cabra, representa un salto audaz en su carrera, fusionando neo-soul con ritmos afrocaribeños y pop moderno. Arocena compartió que siempre amó la música pop, pero sentía que no encajaba debido a su físico. Sin embargo, se atrevió a explorar este nuevo sonido, y la respuesta del público en Madrid fue abrumadora: «La reacción de todos aquí en Madrid me explotó la cabeza. Uno piensa que no están conectados con lo que uno hace, y lo de ayer fue espectacular, estoy todavía procesando lo feliz que estoy», dijo emocionada.
Acompañada por talentosos músicos y con invitados especiales como St Pedro y Javier Limón, Arocena también interpretó éxitos de discos anteriores, arrancando bailes y emociones entre los presentes. Dedicó una canción a «todos los exiliados» y a «toda la gente que está lejos de su tierra», provocando una ovación con su grito de «¡Viva Cuba libre!».
El concierto, lleno de energía y pasión, culminó con Arocena accediendo a los pedidos de «otra, otra» de su público. Prometió quedarse después del espectáculo para firmar discos y dar abrazos, un gesto que fue reciprocado con largas filas de admiradores deseosos de llevarse no solo el recuerdo de una noche maravillosa, sino también un abrazo de su ídolo.
Desde el pasado martes 2 de julio, el Ballet Nacional de Cuba, bajo la dirección de la destacada primera bailarina Viengsay Valdés, inició la venta de entradas para su nueva temporada, que celebra veinte años de colaboración con los Amigos Británicos.
Las entradas estarán disponibles en la taquilla del Teatro Nacional, abierta al público de 1:00 a 6:00 de la tarde. También se podrán adquirir en la sede del Ballet Nacional de Cuba, ubicada en Calzada No. 510, entre D y E, en El Vedado, de 1:00 a 4:00 de la tarde.
La Sala Avellaneda del Teatro Nacional será el escenario de seis funciones, programadas en los horarios habituales: de jueves a sábado a las 8:30 p.m. y los domingos a las 5:00 p.m., los días 6, 7, 11, 12, 13 y 14 de julio. El programa incluye dos obras producidas en colaboración con los Amigos Británicos: «Celeste», un ballet de Annabelle López Ochoa, y la première mundial de «Lucile», creada especialmente para el Ballet Nacional de Cuba por el bailarín y coreógrafo danés Johan Kobborg, a petición de Viengsay Valdés.
La pieza «Lucile» contará con música en vivo, interpretada por la Orquesta del Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”, bajo la dirección de la maestra Idalgel Marquetti, añadiendo una dimensión extra de belleza y emoción a esta temporada tan esperada.
En el corazón de La Habana, la Fábrica de Arte Cubano se erige como un faro de creatividad y conexión. Fundada por el visionario músico y compositor X Alfonso, este espacio multidisciplinario ha transformado la escena cultural cubana, ofreciendo un refugio donde el arte en todas sus formas encuentra un hogar.
Desde su apertura, la Fábrica de Arte Cubano ha sido un hervidero de innovación, uniendo música, cine, teatro, danza, artes visuales y diseño en un solo lugar. Cada rincón de la Fábrica rebosa de vida y energía, invitando a los visitantes a sumergirse en un universo donde la creatividad no tiene límites.
La Fábrica de Arte Cubano es mucho más que un centro cultural; es un lugar donde la magia del arte se manifiesta en cada detalle. Las galerías exponen obras contemporáneas que desafían y provocan, mientras los escenarios vibran con conciertos en vivo y presentaciones teatrales que capturan el alma. En las salas de cine, los espectadores pueden disfrutar de películas y documentales que ofrecen nuevas perspectivas y narrativas.
Uno de los pilares de la Fábrica de Arte Cubano es su compromiso con los artistas emergentes. Este espacio brinda una plataforma para que nuevos talentos muestren su trabajo y conecten con un público ávido de novedades. Es un lugar donde los sueños artísticos encuentran apoyo y se convierten en realidad.
La Fábrica de Arte Cubano no es solo un espacio para admirar el arte; es también un punto de encuentro social. Con sus bares y áreas de descanso, se convierte en un lugar de conversación y conexión, donde las ideas fluyen libremente y se forman nuevas amistades. La atmósfera es siempre vibrante, llena de risas, música y el murmullo constante de la creatividad en acción.
Además de su programación cultural, la Fábrica de Arte Cubano ofrece talleres, charlas y conferencias que buscan educar y enriquecer. Estos eventos fomentan el intercambio de conocimientos y la inspiración, permitiendo a los asistentes aprender y crecer en un entorno estimulante.
La Fábrica de Arte Cubano ha revitalizado la escena cultural habanera, convirtiéndose en un símbolo de esperanza y posibilidad. Es un lugar donde el arte y la vida se entrelazan, creando una experiencia única y profundamente conmovedora. Cada visita a la Fábrica es una celebración de la creatividad humana y una invitación a soñar en grande.
En la Fábrica de Arte Cubano, el pasado y el futuro del arte cubano se encuentran, y cada obra, cada actuación, es un testimonio de la riqueza y la diversidad del espíritu creativo de Cuba. Aquí, en este rincón mágico de La Habana, el arte no solo se ve y se escucha, sino que se vive con todo el corazón.